Fajarse después de dar a luz es una tradición en algunas culturas que se pasa de generación en generación. La idea es que la faja ayuda a contraer los músculos que han sido desplazados y a recoger la piel estirada. Ayuda también a retornar a su sitio los órganos en el área del vientre que fueron desplazados durante el embarazo. Muchas embarazadas dudan si fajarse o no después de su parto. Es una decisión muy personal que no se debe tomar una vez estés bien informada. Estudiemos un poco más los pros y contras sobre el tema.
¿Cuáles son las ventajas de fajarme después de dar a luz?
Durante el embarazo el útero crece hasta 500 veces su tamaño original y puede llegar a pesar más de un kilo. Este crecimiento de útero causa que los músculos y la piel abdominal se estiren y que los órganos se desplacen para hacerle sitio a tu bebé que cada día ocupa más espacio en tu vientre. Después de dar a luz todo esto debe volver a su sitio. Amamantar ayuda a que tu útero se contraiga y vuelva a su tamaño pre-embarazo, pero los defensores de las fajas dicen que el cuerpo necesita un poco más de ayuda para recuperarse.
La faja puede ayudarte a reducir la talla de la cintura, la barriga y las caderas. Te da soporte con tu herida de cesárea para poder cargar tu bebé, por ejemplo. Te recoge la piel que ha quedado flácida después de haber sido estirada durante nueve meses. Hay mamás que dicen que sienten como si la faja fuera “un abrazo constante en mi vientre” que alivia la sensación de que “todo está colgando”.
De acuerdo a un estudio canadiense publicado en la revista Physiotherapy Canada, las fajas pueden ayudar a acelerar la recuperación y a caminar más lejos. Otro estudio publicado en la revista International Journal of Gynaecology and Obstetrics confirma que las fajas ayudan a mitigar el dolor y reducir el sangramiento después de una cesárea.
¿Realmente me ayudará a perder peso más rápido?
La ginecóloga americana Sherry Ross, MD dice que no hay estudios médicos que confirmen la teoría que la faja te ayuda a perder peso. Sin embargo existen muchas mamás que juran que la faja les ayudó a perder peso. La doctora Ross dice que estas mismas pueden haber confundido la eliminación natural del cuerpo de los líquidos acumulados durante el embarazo con el uso de la faja. Pero si sientes que la faja sí te puede ayudar a perder peso y tu ginecólogo está de acuerdo que la uses nada te lo impide.
¿Quién no debería usar faja post parto?
Si tu herida de cesárea está infectada no deberías usar faja hasta que no esté curada y tu doctor te haya dado el visto bueno. Tampoco es recomendado usarla si tuviste complicaciones durante el embarazo o el parto como preeclampsia o corioamnionitis. Consulta con tu ginecólogo para que te asesore cuándo sería el momento correcto de empezar a fajarte si has sufrido de estas complicaciones.
¿Cuáles son los argumentos en contra del uso de las fajas postparto?
No todos creen en los poderes de las fajas. Dicen que son mitos. Que el cuerpo sólo, sin ayuda de ninguna faja, logra los mismos resultados. Estos son algunos argumentos de los detractores de las fajas.
- El uso de la faja puede causar presión interna que puede descender hacia el piso pélvico. Esa presión sostenida sobre el piso pélvico podría causar prolapso uterino, que es cuando el útero desciende hacia la vagina porque los músculos debilitados no logran sostener el útero en su sitio.
- Dicen que no ayudan a fortalecer los músculos ya que la compresión constante impide el uso natural de los músculos abdominales. Al no ejercerlos con tus movimientos naturales diarios les cuesta más fortalecerse.
- La faja no siempre da resultados permanentes. Por ejemplo, aunque los defensores de las fajas dicen que ayudan a curar la diástasis recti, la separación de los músculos abdominales, los detractores dicen que en el momento que eliminas la faja los músculos se vuelven a separar.
¿Cuál faja escojo?
Si ya te sientes bien informada sobre los pros y contras de la faja y has tomado la decisión de usarla, entonces sólo te falta escoger la perfecta para ti. En @9lunasshop sugerimos empezar con los pantyfajas (foto superior) o la faja ajustable (foto al inicio de este artículo) las primeras dos o tres semanas postparto y luego pasar a la faja con nivel 3 de compresión.
Las primeras semanas debes estar concentrada en tu bienestar y el de tu bebé, en descansar cuando puedas, en crear una buena rutina de lactancia, etc. No consideramos que es buen momento para sentirte apretada todo el tiempo. Cuando ya todo haya caído en su lugar, que te sientas más relajada y cómoda con tu nueva rutina, entonces puede ser el momento adecuado para pasar a la faja de nivel 3 de compresión. Escucha a tu cuerpo que es muy sabio.
Tengamos en cuenta que lo importante en tu período postparto es el vínculo que creas con tu bebé, que tengas una lactancia exitosa, que te nutras bien y que tengas una recuperación sana. Perder peso y recuperar tu cuerpo de antes no deben ser la prioridad ni tu enfoque principal. Goza esta etapa de tu vida y quédate tranquila sabiendo que todo volverá a su sitio eventualmente, con o sin faja.
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Tengo 5 meses de dar a luz y no me fajado que hacer.