5 tips para viajar durante el embarazo

Cuidado personal Embarazo

Viajar siempre es una aventura y más aún cuando estás embarazada.  Hasta un viaje dentro del territorio nacional se pueden hacer un poco más pesados conforme va avanzando tu embarazo y el tamaño de tu barriga. Te comparto 5 tips probados y comprobados por mí, que me ayudaron a viajar tranquila y menos incomoda durante mis tres embarazos.

Trata de no viajar ni al principio ni al final del embarazo. De acuerdo al American College of Obstetrics and Gynecologists (ACOG) la mejor temporada para viajar durante el embarazo es entre las 14 y 28 semanas. Por una parte ya has dejado las náuseas (que trataste con este té orgánico de embarazo) del primer trimestre atrás y por la otra, no has llegado a la etapa donde más incomoda estarás que es el tercer trimestre. Igualmente si necesitas viajar después de las 28 semanas de embarazo no te preocupes, las aerolíneas generalmente te permiten viajar hasta la semana 36. Eso sí, asegúrate de llevar copia de la autorización médica de tu ginecólogo y compra seguro de viaje para proteger tu inversión por si a último minuto tu doctor decide que es más prudente que no viajes.

Muévete todo lo que puedas durante el viaje. Si haces viaje largo en carro podría ser buena idea dividir el viaje en varios días. Asegúrate de hacer paradas frecuentes para estirar las piernas. Si viajas en avión escoge el asiento de pasillo para que te sea más fácil levantarte para estirarte e ir al baño. Las embarazadas tienen más riesgo de sufrir de coágulos en la sangre durante vuelos largos. De ahí la importancia de caminar 5 o 10 minutos cada dos o tres horas.

¡Vistete comoda! La pieza perfecta para viajar embarazada es el legging. No te aprieta, te da libertad de movimiento y es fácil de usar (no hay botones ni cremalleras ni clips, etc). Combínalo con un top materno y unos zapatos cómodos, preferiblemente sin tacón alto. Puedes vestirte bello cuando viajas, pero asegúrate que sea con ropa adecuada para el tipo de viaje que estás haciendo. Obviamente el clima en el destino influye mucho al momento de escoger lo que irá en tu maleta. Escoge pocas piezas claves que puedas combinar fácilmente. Así mantienes el peso de tu maleta bajo control. Tu espalda te lo agradecerá.  

Planifica bien tu viaje. Durante el embarazo probablemente no sea el buen momento de planear un viaje exótico a la jungla o a Siberia ni a escalar la montaña Everest. Trata de escoger destinos tranquilos, de acceso fácil, con clima agradable y que cuenten con apoyo médico de ser necesario. Siempre viaja con tu informe médico y entérate de cuales hospitales hay cerca de donde vas por si necesitas atención médica urgente.

No pases hambre pero tampoco comas cualquier cosa. Si vas a un país donde no estás acostumbrada a su cocina come con mucha prudencia. Durante el embarazo no es el momento para estar experimentando comer comidas exóticas o muy picantes (salvo que ya estés acostumbrada al picante). Acuérdate que si tu examen de toxoplasmosis fue negativo no debes comer ensaladas ni pescado crudo. Cuando hagas tu maleta empaca tus snacks favoritos. Una barra de cereal o una bolsita de frutos secos cae bien como merienda si andas de paseo turístico. Y obviamente siempre carga contigo tu botella de agua para mantenerte hidratada.

Un viajesito, o babymoon como le dicen en inglés, durante el embarazo puede ser muy necesario para conectarte y relajarte con tu pareja antes de la llegada de tu bebé.  Date una escapada dentro de tus posibilidades. Un día relax en la playa también cuenta o puedes aprovechar para conocer un destino en el interior del país que siempre te ha llamado la atención. Si planeas aventurarte más lejos toma las precauciones necesarias para que tu viaje sea inolvidable. Con un poco de organización y planificación encontrarás el destino perfecto para ti y tu bebé. ¡Bon Voyage!


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