A los 8 añitos de edad, exactamente el día de mi cumpleaños, nació mi hermanito, cambiando por siempre el sentido de mi existencia. Ya se pueden imaginar lo que le hizo a mi tierno corazón el anuncio de que mi fiesta de cumpleaños sería cancelada, o que después de ocho años siendo el centro de atención de la familia llegase este chiquillo a destronarme de mi merecido lugar. Aunque uno piense, “pues ya tenía ocho años, no tan chiquita”, fue una experiencia muy difícil para mí durante mucho tiempo. No culpo a mis padres. Hicieron lo que pudieron tratando de congraciarnos a mi nuevo hermano y a mí, pero los pobres fracasaron. En su defensa, nunca imaginaron que el bebé nacería con una semana de adelanto EXACTAMENTE EL DÍA DE MI CUMPLEAÑOS. Tampoco puedo culpar al bebé. Era gracioso, tranquilo, y bello, como uno de esos que se ven en las cajas de pañales.
Toda esa historia para explicarles que no es una tarea fácil integrar al nuevo miembro de la familia cuando ya hay un hermano o hermana mayor. Les voy a compartir algunos tips que he ido aprendiendo a través de los años, desde el famoso día que nació mi hermano hasta el día que traje a mi tercer hijo a casa, y otros consejos que he aprendido de las muchas mamás que he ido conociendo en los diferentes sitios donde he vivido.
Primero, y en mi opinión lo más importante, sin importar la edad del hermano/a mayor, es que este entienda que el amor de sus padres por él/ella no va a disminuir ni será traspasado al chiquito. El mayor tiene que sentir que siempre guardará una posición importante y especial en la familia y en los corazones de sus padres. Esto se le debería explicar durante los meses del embarazo. El niño debe sentir la misma ilusión por la llegada de su hermanito/a que la de sus padres y eso solo se lo pueden transmitir los mismos.
Hay muchas ideas que pueden ayudar a preparar al niño para la llegada del bebé. Implicarlo en la decoración de la habitación del bebé, en el montaje de algún mueble o juguete, aunque sea pasarle a mamá o papá las herramientas, lo hará sentir importante, que él también está ayudando a preparar la llegada de su hermanito. Otra idea podría ser que el niño le dibuje algo o haga alguna manualidad especial para el bebé que luego pueda ser enmarcada y colgada en la habitación de este último.
A las 25 o 26 semanas de embarazo el feto tiene su sentido de audición bastante desarrollado. Escucha y reconoce la voz de su mamá. Los sonidos exteriores como la música los capta al 50% de lo que nosotros escuchamos por lo que está flotando dentro del saco amniótico, el cual silencia todos los sonidos. Es en esta etapa del embarazo que su hermanito mayor podría escoger una canción que le guste mucho y cantársela al bebé. Si tienes la música para acompañar la canción mejor. Cuando nazca el bebé su hermano le cantará la misma canción y la reconocerá.
Cuando esté el bebé en casa su hermanito mayor puede ayudar con muchas de las actividades que rodean los cuidados del bebé. ¡Para eso están los hermanos mayores! Pasarle a mamá o papá el jabón o el champú o la toalla en el momento del baño. Traer un juguete para distraer al bebé cuando esté llorando. Ayudar a mamá a ajustar la almohada en el momento de la lactancia para que esté más cómoda. Ayudar a doblar y guardar la ropa del bebé en el armario o a preparar la cama del bebé para su siesta. La verdad que hay un sinfín de ideas. El punto es ser creativos para que el hermanito mayor siempre se sienta importante y que su contribución a los cuidados del bebé es muy necesaria.
Para terminar el cuento de mi hermanito, hoy en día somos muy unidos, aunque nos separe un océano y muchos kilómetros. Después de él vinieron dos hermanas más y cada nacimiento trajo una nueva temporada de adaptación para toda la familia. Al final no hay manera perfecta de integrar a cada nuevo miembro de la familia. Todos intentamos hacer el mejor trabajo posible y analizándolo bien, no quedan secuelas emocionales porque uno se quedó sin fiesta de cumpleaños por culpa del nacimiento del hermanito. Lo más importante es que el amor y la paciencia de los padres reinen en todo momento. Con eso todo es posible.