¿Cuáles son los riesgos si me paso de las 40 semanas de embarazo?

“Estoy de 41 semanas y todavía no tengo contracciones ni siento que se me ponga la barriga dura como me han contado otras mujeres que les ha pasado al final del embarazo. En la última revisión me dijeron que todo estaba bien y que tengo que volver mañana a monitoreo. ¿Es normal no tener contracciones todavía?”

Las últimas semanas del embarazo se llenan de nuevas emociones. Es durante este tiempo que estás terminando de decorar el cuarto de tu bebé, que ya le has comprado su ropita y los accesorios indispensables como asiento de carro, coche y bañera.  También seguramente tienes preparada tu maleta para el hospital y la has revisado varias veces por si la dudas te olvidaste de algo indispensable.  Con todo eso listo y organizado sólo queda esperar el gran día.  Pero llegaste a las 40 semanas y nada está pasando. Ni una contracción, bebé sigue feliz flotando en su acolchado y cálido entorno sin dar ninguna señal que quiere salir de ahí. La ansiedad aumenta porque en cualquier momento pueden empezar las verdaderas contracciones (no las Braxton Hicks), pero nadie sabe cuándo será exactamente (salvo en caso de cesáreas programadas).

Antes de entrar en pánico porque pasan los días sin acontecimiento, debes entender que tu fecha prevista de parto no es exacta, es un cálculo aproximado.  Para calcular tu tiempo de gestación tu doctor usó tres datos en tu primera cita hace 9 meses: la fecha de tu último período, el tamaño de tu útero y una ecografía. Muchas mujeres no se acuerdan de la fecha de su último período y los otros dos medidores sirven para dar una aproximación de fecha solamente. A las 40 semanas tu doctor controlará que tu bebé esté sano y activo, que el líquido amniótico siga abundante y que la placenta siga cumpliendo su función. Si todo va bien tu doctor seguramente esperará unos días más para que tu propio cuerpo comience la labor de parto espontáneamente.

Si llegas a la semana 42 y tu angelito sigue cómodo y feliz, sin intención alguna de salir al mundo, tu doctor seguramente decidirá inducir tu parto.  ¿Porqué inducir? Porque a las 42 semanas tu placenta va dejando de cumplir sus funciones adecuadamente y eso pone en riesgo la salud de tu bebé.  Puede que ya no reciba el oxígeno y los nutrientes necesarios. Si el bebé se hace muy grande tendrá problemas para salir, aumentando la probabilidad de una cesárea. Con el tiempo la cantidad de líquido amniótico disminuye y eso puede causar que el cordón umbilical quede pinzado o presionado. Esto también puede causar que el bebé reciba menos oxigeno y nutrientes. Por todas estas razones los doctores inducen el parto a las 42 semanas. Para las mujeres mayores de 40 años los doctores suelen inducir antes de eso, más bien hacia la semana 39.

Entendiendo el porqué de lo que va pasando durante todo tu embarazo lo podrás vivir más tranquilamente y esa es la clave para que te lo goces, y que tanto para ti como para tu bebé sea una experiencia maravillosa.